CATÁLOGO

Oda Nobunaga – 1582

65,00

Figura para montar y pintar
Ref.: 07 – PCA
Peso: 250 grs.
Material: Metal blanco
Nº de piezas: 20
Reseña histórica:

ODA NOBUNAGA – 1582.

Oda Nobunaga (1534 – 1582) fue un destacado daimyō (señor feudal) del período Sengoku al período Azuchi-Momoyama de la historia de Japón. Hijo de un daimyō menor de la provincia de Owari, luchó contra otros miembros de su familia por el control del clan a la muerte de su padre, matando a uno de sus hermanos en el proceso. En el año 1560 se enfrentó y venció a Imagawa Yoshimoto en la batalla de Okehazama. Gracias a un ataque sorpresa salió victorioso, lo que puso a Nobunaga en la cima del poder militar del país.
En 1568 ayudó a Ashikaga Yoshiaki a que fuera nombrado shōgun -etimológicamente ‘comandante del ejército’- por el emperador, entrando en la capital, Kioto, con su ejército y tomando el control de la ciudad. Yoshiaki a su vez quiso nombrarlo kanrei -ayudante shōgun- pero él se negó y en su lugar dictó una serie de regulaciones, las cuales limitaban la actividad del shōgun prácticamente a asuntos ceremoniales. Yoshiaki contactó entonces a varios daimyōs y monjes guerreros para formar una coalición contra Nobunaga, quien les hizo frente entre 1570 y 1573, año en que la rivalidad entre el shōgun y Nobunaga se hizo pública y abierta. Nobunaga se enfrentó a Yoshiaki al que derrotó fácilmente, dando fin al shogunato Ashikaga.
En 1575 se enfrentó al clan Takeda durante la famosa batalla de Nagashino, donde sus arcabuceros derrotaron a la legendaria caballería del clan mediante el uso de disparos en rotación y no simultáneamente como se había hecho hasta entonces. Entre 1573 y 1578 se mantuvo cerca de la corte imperial y recibió diversos títulos, llegando a ser nombrado Udaijin -Ministro de la Derecha-, el tercer puesto más alto en la jerarquía gubernamental. Durante estos años Nobunaga fue la figura central del gobierno, aunque en 1578 renunció a todos sus títulos alegando deberes militares.
Para 1582 Nobunaga dominaba toda la parte central de Japón, así como sus dos principales caminos: el Tōkaidō y el Nakasendō, por lo que quiso extender su dominio hacia el oeste. Mientras sus generales eran enviados a distintas regiones para proseguir las conquistas militares, Nobunaga fue a descansar en el templo Honnō. Akechi Mitsuhide, uno de sus principales generales, decidió traicionarlo, dio vuelta atrás sobre su ruta y sitió el templo, en lo que se conoce como «Incidente de Honnō-ji». Nobunaga murió en el lugar al cometer seppuku -también conocido como harakiri, una forma de suicidio ritual-, aunque sus restos no pudieron ser encontrados debido a que el templo se incendió completamente.
Las conquistas militares de Nobunaga iniciaron un proceso de unificación del país, el cual había estado sumido en continuas luchas por tierras y poder entre los distintos terratenientes locales. El proceso de pacificación del país fue continuado por Toyotomi Hideyoshi, otro de sus principales generales y quien tomó la autoridad de Nobunaga a su muerte gracias a que fue él quien vengó su deceso al vencer a Mitsuhide. Finalmente, la unificación del país concluyó cuando Tokugawa Ieyasu, aliado de Nobunaga, estableció el shogunato Tokugawa en 1603. Por ello, Nobunaga es considerado como el primero de los «tres grandes unificadores de Japón». Además, algunos acontecimientos de su vida fueron determinantes en la historia de Japón: su entrada en Kioto en 1568 marca el final del periodo Sengoku y consiguientemente da inicio al periodo Azuchi-Momoyama, que toma su nombre parcialmente del castillo que mandó construir, el Castillo Azuchi. La expulsión del último shōgun Ashikaga marcó el final del segundo shogunato de la historia de Japón, el shogunato Ashikaga y también marcó el inicio de la era japonesa de Tenshō.
Nobunaga no solo destacó por ser el primer unificador de Japón y ser uno de los mejores estrategas de la época, maestro en el uso de los hombres armados con armas de fuego, sino por sus reformas administrativas, mediante las cuales puso los cimientos de un estado sólido. Nobunaga inició una nueva reforma administrativa de las aldeas, realizando un amplio catastro y creando un nuevo sistema fiscal, eliminando a su vez las aduanas internas para favorecer el comercio interior y unificando los pesos y medidas en todo el país. A su vez, para fomentar la seguridad y poder ejercer un control mayor sobre la población, prohibió a las organizaciones religiosas y a los campesinos poseer espadas, realizando redadas para incautar armas por las aldeas y monasterios en lo que se denominó “la caza de la espada”, iniciada en 1576 y continuada tras su muerte por sus sucesores.
En definitiva, Oda Nobunaga, lejos de ser un “demonio” como a veces se le ha calificado, es el creador del Japón moderno, al poner los cimientos para que el país estuviera unificado y consolidado, acabando con las eternas luchas feudales y la injerencia política de las sectas religiosas con su mano de hierro. La fortuna quiso que él nunca pudiera disfrutar la unificación que tanto persiguió.

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